Y, por supuesto, Mallorca es un destino repleto de cultura, historia, arte y gastronomía
Desde la ciudad de Palma, con su catedral gótica, a los pintorescos pueblos con encanto como Valldemossa o Sóller, pasando por las playas de arena blanca y la Sierra de Tramuntana, la isla ofrece un sinfín de posibilidades que invitan a descubrir su patrimonio, conocer su cultura y saborear la cocina mediterránea.